Pollock y el arte abstracto: Arte libre en la forma y en la intención. Dialogos del artista y el espectador.

 Paul Jackson Pollock, es uno de los principales artistas estadounidenses y probablemente, el más prolífico exponente del movimiento expresionista abstracto. El goteo, técnica que le hizo famoso, implicaba utilizar la pintura y su juego libre en el canva como medio para hacer arte. Concretamente, Pollock tiraba o salpicaba la pintura líquida sobre  el canva puesto en una superficie horizontal, usualmente el piso. En ese sentido, tener el lienzo en el piso era importante puesto que le permitía a Pollock tener dominio completo de todos los ángulos y espacios para pintar. El arte abstracto permite hacer algo sin estar atado a plantear algo concreto, es decir, sin imitar una forma real e inteligible para las personas que lo veían. Concretamente, el arte abstracto permite al artista experimentar y retar las convenciones paramétricas de lo que el arte debería ser. Además ,se genera un  diálogo dinámico entre él mismo y el lienzo en un proceso de creación que desafiaba las convenciones y abría nuevas posibilidades en el mundo del arte.

“¿Para qué sirve el arte abstracto? ¿De qué sirven, para nosotros como individuos o para cualquier sociedad, imágenes de la nada, pinturas, esculturas, grabados o dibujos que no parecen mostrar nada más que ellos mismos?”. El arte abstracto produce incomodidad en la medida que pone a la persona que la mira a pensar, cuestionar y profundizar en algo,  que en primera instancia no es definitivo, sino que se abre a la pura interpretación. En ese sentido, vivir en una sociedad que es demasiado sensible, indirecta y donde cada vez se exige menos que las personas piensen y asuman posturas certeras sobre las cosas hace que al ver una pintura de esta índole se sientan interpelados, pero también abrumados. El ser humano siempre busca significar las cosas porque necesita estar en control de lo que le rodea. Por eso, al encontrarse ante una obra que es violentamente directa en pedir, “piensame”, “entiendeme”, ahí cuando la cosa no es una, sino que puede ser cualquiera, en eso, entra la presión del espectador de definir, y ahí surge mucho la incomprensión o el nihilismo ante este tipo de arte. El arte abstracto lucha contra un mundo que es crecientemente abstracto en temas como la moralidad, pero que exige fulminante concreción en saberes como la ciencia, y expresiones como el arte. 

El arte no representacional es deliberadamente abstracta, deliberadamente difícil y deliberadamente conversadora, es decir, está ahí como para comunicar algo, no concretamente un mensaje, puesto que es abstracta, pero sí pide que la miren con ojos inquisidores e intencionados, es decir que busquen algo más allá de líneas, colores y formas. Al mirar una obra de Pollock se puede ver una tormenta de colores, es decir, orden en el caos, una forma de explicar algo que el artista lleva, algo que importante que quiere decir, pero que solo el descontrol de la belleza y la fuerza del arte puede enseñar. En el arte abstracto,  puesto que las formas no son claras, lo que sí dice mucho son los colores, es decir, hay toda una ciencia profunda, no analitica, pero casi como una ciencia metafísica, un íntimo ordenamiento conectivo entre el pintor y los colores que usa para expresar lo que siente. Miró, el gran surrealista catalan, fue una importante influencia para Pollock y así se convirtió en un parangón del arte moderno, “action painting” y abstracto.  Su obra más importante, Nº 5, 1948", al igual que el resto de su obra, en ocasiones ha sido criticada y tildada de una simple farsa, pero es ahí cuando entra la importante problematización para comprender lo que el artista quiere decir. Para entender el arte abstracto, o simplemente para apreciarla, hay que saberse parte de ella, sentir que verdaderamente el pintor quería decirte o hacerte sentir algo con ella. 

Decía Kandinsky que “De todas las artes, la pintura abstracta es la más difícil. Exige que sepas dibujar bien, que tengas una elevada sensibilidad por la composición y por los colores, y que seas un verdadero poeta. Esto último es fundamental”. Con la cita anterior, se pretende demostrar que el arte abstracto, en sí, es toda una nueva forma de arte. Pollock, logró crear todo un nuevo arte, forma innovadora de juntar colores, con emoción, fuerza gestora de creatividad librada de las convenciones controladoras de las métricas existentes. Se podría decir que el verdadero valor del arte abstracto radica en la fuerza que tiene de establecer vínculos importantes con la persona, desde el corazón y mente del artista sin la necesidad de formas entendibles.